El titulo de este articulo alude a una película independiente de finales de los años ´80, que poco tiene que ver su argumento con la realidad argentina de hoy. En serio, no tiene nada que ver…

 Arranquemos por los dichos de la precandidata a diputada por la provincia de Buenos Aires: Victoria Tolosa Paz, que debido a las palabras utilizadas (las cuales no pienso repetir) tomo mucha repercusión en los medios. La verdad, no se si es suficiente como para hacer semejante revuelo o si se justifica ver, esa palabra, en tantos títulos de diferentes medios. A visión personal no lo creo meritorio, creo que la misma es algo totalmente subjetivo y una apreciación personal que no pasa más de un momento alegre y distendido en una entrevista. Por eso es siempre importante conocer el contexto. Pero más allá de lo que piense, muchos lo toman como una distorsión de la realidad que padece la “casta”, muy lejos de la gente, fría e indiferente a los problemas diarios de los argentinos.

 Algunas de las mentiras que vi durante estos días van desde la omisión de explicar porque candidatos que dicen ser contrarios al oficialismo tienen en sus listas a personas militantes del peronismo, o el caso del precandidato Luis Arias, quien en su momento denuncio a todo el kirchnerismo por los manejos turbios con los inundados de La Plata y ahora, mágicamente, es un representante del Frente de todos. Pero voy a apuntar a otro tipo de mentira, una mentira que es la publicidad electoral o las llamadas promesas de campaña, y que personalmente creo que tenemos que encontrar la manera de poder denunciarlas como “publicidad engañosa”, ante algún ente regulador como el defensor del consumidor o del pueblo.

Mi elegida es la del precandidato a Diputado Nacional por la provincia de Buenos Aires: Florencio Randazzo, con su espacio político Vamos con Vos. En el spot vemos como se recrea un supuesto momento del pasado, donde reunido con la presidente de turno, esta le ordena que se presente como gobernador, en lugar de ser candidato para presidente. Ante la negativa de Randazzo, esta se pone como loca, pronunciando todo tipo de improperios que son censurados. Hasta ahí todo muy “chistoso”, pero este spot donde se intento vender al candidato como el único que se le planto a la “jefa”, rápidamente se cayo tras las preguntas del periodismo, explicando que solo era una parodia de algo que si paso, pero no de esa manera. O sea… ¿Es necesario mentir, tratando de demostrar algo que no sos? No se como lo consideran ustedes, pero para mi es una tomada de pelo. No solo critica a una persona, o a un espacio al cual perteneció, sino que pretende que el votante promedio confíe en él porque es “valiente” y no por sus propuestas. Y esto viene un poco de la mano con lo anterior, porque cuando no tenes propuestas que sean innovadoras o que llamen la atención del electorado, caes bajo y decís cualquier cosa por ser la tapa del diario.

Pero las mentiras no son propias de un solo candidato o de un solo partido, el mundo (y más los argentinos) esta acostumbrado a que los políticos nos mientan en campaña.

Y para cerrar todo, tenemos el video viral de la llamada “maestra K”, donde una maestra en plena clase “debate” con uno de sus alumnos, quien intenta explicarle su posición, pero que ante las continuas interrupciones a los gritos de ella, no puede expresarse completamente. El debate por el adoctrinamiento en las escuelas volvió a instaurarse, pero es algo que viene pasando en “silencio” hace años.

De más esta decir que es un acto repudiable, y que hasta los mismos representantes del oficialismo no quieren reconocer y si no guardan silencio, se expresan contrarios a esa practica. Hasta el mismo Ministro de Educación actuó rápidamente y separo a la maestra. Uno diría “y sí, es indefendible”, nadie se atrevería a defenderla… pero a último momento, cuando ya todo parecía que estaba resuelto ¿Quién más? Que un tipo que mintió una y mil veces, y hasta se animo a culpar a su pareja, podría ser el más indicado para defenderla: el presidente de la Nación. Sí, “facepalm” resuena en mi cabeza, diría un amigo. ¿Pero podrías esperar menos? Les confieso que no pensé jamás que alguien se anime, y mucho menos públicamente y menos todavía ¡Que sea el mismísimo presidente!  

En fin, parece una película, que si alguien ajeno al país la ve, pensara que es una parodia, una comedia o un drama adolescente, pero que una vez que se la explicas, no sabrá si reír o llorar.

Jonh Curcio
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