
El gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, arrancó el año con una nueva dupla de interlocutores políticos. Dicha tarea se la encomendó a la flamante ministra de Gobierno, Celia Arena, y a su mano derecha, el diputado nacional Roberto Mirabella. Nadie podrá decir que no responden directamente al mandatario y no integran su núcleo chico.
Arena y Mirabella lanzaron juntos en junio de 2021 el espacio Hacemos Santa Fe, la tribu que creó el perottismo y Letra P adelantó en exclusiva. El legislador comparte camino con el gobernador desde la Rafaela que los supo cobijar, mientras que la funcionaria acompaña a Perotti desde que era senador nacional. Hay sintonía fina en el trío.
Es en la política donde reside una de las principales falencias de la gestión provincial. El gobierno hace la lectura y, con el ingreso de la dupla, pretende aceitar la articulación con actores propios y ajenos. “Van a cumplir una tarea de enlace político”, le señaló a Letra P un funcionario de primera línea.
Es una tarea que, desde la vuelta del peronismo al gobierno, no tuvo actores y actrices a cargo. El primer ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo, nunca fue empoderado del todo por Perotti. Algo parecido le ocurrió a su sucesor, Roberto Sukerman, quien por otro lado se vio comido por la interna versus Agustín Rossi. El ingreso del hoy ministro de Gestión Pública Marcos Corach vino a acomodar los tantos, pero la situación no se terminó de enderezar. También tiene su cuota de reconocimiento el secretario Oscar Urruty.
Ese berenjenal fue aprovechado por la oposición, y también por otras tribus del PJ, para acicatear la teoría de que nadie responde por Perotti. Un ejemplo reciente de ello es el Presupuesto 2022 todavía no aprobado. El interlocutor para con el Senado fue el ministro de Economía Walter Agosto, pero cuando el cálculo viajó a la Cámara baja las demandas de los y las diputadas fueron otras. “Queremos hablar de política”, se bramó en la bancada opositora. Y Agosto no habla de política. Urruty hizo lo que pudo y Arena recién asumía.
Para no repetir las desavenencias, la Casa Gris ahora conforma una nueva mesa. Perotti repite a quien lo escuche que Arena es una persona de su estrechísima confianza y, realmente, responde por él.
De Mirabella, en cambio, puede decirse que es su gestor de la política. Cuando le tocó desempeñarse como senador, alternó entre el Congreso y la Casa Gris y se movió como una suerte de ministro sin cartera. Arrancó el año de recorrida por los pueblos de Santa Fe, rol en esta época asignado a unos pocos, poquísimos, salvo aquellos que tienen intenciones de ser candidatos en años impares. En la segunda quincena de enero se tomó vacaciones y ahora volvió al trabajo.
La rosca del presupuesto será una primera prueba de fuego para el dúo. Este miércoles, los y las diputadas empezarán a recorrer los pasillos de la Legislatura y entrar en contacto con el Ejecutivo. A priori, como le comentó un funcionario a Letra P, la postura de la Casa Gris se seguir defendiendo el contenido que la Cámara baja le bochó en diciembre. “Si se mantiene el planteo de la oposición nosotros tenemos la misma devolución”, clarificó la fuente.
Publicado en Letra P

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