Antes de que Alberto Fernández empiece con su discurso en el Congreso Nacional, Cristina Fernández de Kirchner le exigió que haga un minuto de silencio por la guerra entre Ucrania y Rusia y por los muertos de Covid-19.

“Dale, llamá al minuto de silencio”, dijo le dijo la vicepresidente al oído. Sin embargo, al estar los micrófonos abiertos, sus palabras fueron escuchadas por todo el recinto y también, en Cadena Nacional. Por como se lo dijo, parecía que Alberto la había convencido de que quería hacer este minuto de silencio, y fue Cristina quien le dijo cuándo hacerlo para que quede bien.

La reacción de Alberto Fernández fue inmediata y le pidió a todas las personas que estaban en el recinto que hagan un minuto de silencio. Además, dijo: “La paz del mundo se altera con la invasión de la Federación Rusa a Ucrania. El fantasma de una guerra vuelve a levantarse”.

Un discurso mal armado y desactualizado

En marco de la Apertura de las Sesiones Ordinarias para el 2022, el presidente Alberto Fernández volvió a hablar del gran problema que afecta a los argentinos hace 70 años (con excepción de los gobiernos de Menem): La inflación.

Como ya dijo varias veces desde que llegó al poder, que no decía antes del 2019, Fernández aseguró que la inflación “es multicausal”, y que será combatida buscando prohibir que los “grandes grupos concentrados” no suban los precios.

“Mientras el virus atacaba impiadoso a toda la humanidad, el mundo se vio afectado por una inflación global de los alimentos. Con los gravísimos problemas que arrastraba la economía argentina, que se vieron agravados en la pandemia, y con esa costumbre seriamente arraigada en muchos sectores de “remarcar precios por las dudas”, no logramos reducir, en plena pandemia, la muy alta inflación que heredamos“, aseguró el Presidente, con muchos errores conceptuales.

Correctamente dijo que “la inflación es el gran problema que tienen los argentinos y las argentinas en este momento” pero erróneamente dijo que “hay muchos factores que inciden en la inflación y todos tienen que ser atacados coordinadamente”.

La inflación es pura y exclusivamente una consecuencia de fenómenos monetarios, o sea emitir más dinero de lo que la población demanda, o aumentar la velocidad con la que el dinero cambia de manos (generalmente ligado a un aumento del consumo).

“La Argentina necesita ordenar su política monetaria y fiscal. El mayor problema que tenemos, la inflación, es multicausal. Y es nuestra responsabilidad atender todas sus causas“, repitió.

El hecho de que el gobierno kirchnerista no reconozca que la inflación debe ser atacada a través de un ajuste monetario, indica que van a seguir fallando. Los precios cuidados ya demostraron que no frenan la inflación, y que no son los “supermercados o grandes conglomerados” los que aumentan los precios, si no que el nivel de precios de todos los bienes y servicios de la economía argentina sube.

Sin reformas y en un camino raro

El presidente Alberto Fernández abrió las Sesiones del Congreso para el 2022, y centró su discurso en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por un nuevo préstamno de 44.500 millones de dólares para pagar la deuda que tomó Macri.

En su planteo, el mandatario aseguró que se trata de un programa “sin políticas de ajuste, con suba del gasto real, sin condicionamientos para el crecimiento y sin reforma jubilatoria ni laboral”. En otras palabras, profundiza en el mismo modelo que llevó a la Argentina a la decadencia y a la crisis económica.

El jefe de Estado planteó que el entendimiento sigue en negociaciones sobre aspectos técnicos y que espera “poder cumplimentarlo a la mayor brevedad posible”. Reclamó que el Congreso trate el texto con celeridad porque “este será el acuerdo de toda la Argentina” para empezar a resolver el tema de la deuda externa.

“Seguiremos la senda de ordenar las cuentas públicas sin condicionar nuestras políticas de justicia social. En Argentina se acabaron los tarifazos”, indicó.

En este sentido, puntualizó que a pesar de que el FMI pidió aumentos de hasta el 200 por ciento para poner en equilibrio las cuentas públicas, Hacienda decidió segmentar las tarifas y para quitarle los subsidios “al 10 por ciento de la población con mayor capacidad económica”.

Publicado en Agencia Nova

Redacción Electoral