Juntos por el Cambio tiene la mirada fija en el 2023, como si los próximos 2 años fueran una página incómoda a la que se debe pasar lo antes posible. Las acciones de sus referentes, el quiebre de la Unión Cívica Radical (UCR), y la virulencia de la ofensiva de Mauricio Macri o Patricia Bullrich contra sus competidores lo confirman.

El riesgo es que una campaña electoral de más de 2 años pueda terminar en estallidos o rupturas internas. En esa lógica, Horacio Rodríguez Larreta decidió desplazar al encargado de su armado nacional, Eduardo Machiavelli, sobre el que pesaban quejas y descalificaciones por su accionar en la mayor parte de los lugares que visitó durante la campaña de las legislativas de este año, y designó en su lugar a Diego Santilli.

De este modo, el vencedor de las elecciones parlamentarias en la provincia de Buenos Aires deberá cumplir una doble función: hacerse cargo de su propia campaña por la Gobernación y de la del jefe porteño a la Presidencia. Un desafío arriesgado.

Rodríguez Larreta escuchó los reclamos y actuó en consecuencia. “Nuestra tropa y muchos aliados del interior siempre quieren hablar con Horacio y después aparecía Machiavelli, y arruinaba todo. En cambio ahora todos van a querer hablar con Diego porque es un interlocutor de nivel político”, razonan en el larretismo.

La decisión confirma el papel cada vez más destacado que desempeña Santilli, quien a esta altura aparece como su referente más significativo. “El Colo le saca una diferencia enorme al entorno y el Gabinete de Horacio, es el único político profesional”, reconocen en el entorno del alcalde porteño, destacando su fluido diálogo con amplios sectores del peronismo.

Su otro alfil es su diputado Álvaro González, quien agrega sus relaciones parlamentarias y su vínculo con la UCR. El doble rol que deberá jugar Diego Santilli lo mantendrá bastante alejado del día a día parlamentario. Pero la necesidad de duplicar sus responsabilidades revela también la sequía de políticos profesionales en el entorno del jefe de Gobierno.

Esta situación es celebrada en las cercanías de Jorge Macri, donde ya se frotan las manos. “Los chicos de Capital no le duran un round a Jorge, se los va a comer crudos y probablemente termine siendo el sucesor de Horacio”, expresan.

De este modo, se evitaría la competencia entre Santilli y Jorge Macri en interna del PRO y el problema se trasladaría a los radicales, que (como siempre) en las instancias clave acostumbran dividirse.

Publicado en Agencia Nova

Redacción Electoral